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Mostrando entradas de junio, 2010

El reto.

Me voy a proponer un reto a mí mismo y lo voy a compartir con vosotros. Me apuesto a mi mismo que al final de este año voy a ser capaz de traducir al español castizo esta canción de Café Tacuba sin la ayuda de ningún chilango (gentilicio coloquial de los defeños, naturales del México DF). Si no lo consigo...

Como superar un viaje en el tiempo.

Soy un viajero del tiempo, de hecho soy un viajero que viene del futuro y para variar no he sabido sacarle ningún provecho a esta condición. Tampoco es que venga de un futuro muy lejano, no he conocido a vuestros hijos y no sé si algún día terminareis de pagar la hipoteca. ¿Cómo es posible? Muy sencillo, como casi todos habéis visto Superman, sabéis que si se vuela en sentido Este-Oeste, alrededor del globo terrestre, se puede retroceder en el tiempo y salvar a Lois Lane, que parece ser la única utilidad de esta experiencia. A grandes rasgos es lo mismo que hemos hecho Gabi y yo viajando de India a México, el único problema es que en caso de que Lois Lane hubiera estado en peligro, el piloto de nuestro avión habría metió la pata volando por el polo norte en lugar de viajar en hacía la izquierda, mirando hacia el norte... bueno, no sé si a efectos prácticos este viaje le hubiera servido de algo a esta intrépida y temeraria periodista, aunque si me permitís aventurarme yo diría que Clark

Ajustando el marcador.

Como casi todos saben, hay pocas cosas que me gusten mas en este mundo que una buena pachanga de baloncesto, ya fuera en su momento en las pistas del polideportivo de Tomares, en la de mi colegio mayor, el Pio XII, en las de la calle Embajadores de Lavapies (de las que me considero hijo adoptivo) o de las de Siri Fort en Delhi. Uno de los problemas más habituales de estas pachangas es que, sobre todo en los partidos muy igualados, aparecen tensiones entre los jugadores, que comúnmente conocemos como piques. Llega un momento en el que alguien pregunta “¿Cómo vamos?” y otro contesta “15 -16”, a lo que uno de equipo rival saltará diciendo “¿Cómo? 17 – 16 para nosotros” “¿Pero qué dices? Si el último triple no valía y además estabas pisando la línea” (hay que aclarar que, normalmente, en las pachangas los triples valen dos puntos y las canastas normales uno). La dinámica de la conversación nos llevará a que finalmente, tras la intervención de algún jugador que lo único que quiere es seguir