Este artículo fue severamente modificado por el corrector, por una competición que parece ser que tengo con el dibujito de arriba, juzguen el resultado. Aquí abajo el artículo original. Un tema serio : humoristas muertos. Por Antón Goenechea Caballos Cuando los humoristas se ponen serios, empiezan a reflexionar con mucha gravedad sobre el arte de hacer reír. Eso siempre me ha provocado sentimientos encontrados ¿Quién puede querer a esos inadaptados si no te hacen reír hasta que te duelan las costillas cada vez que abren la boca? Por alguna razón no puedo soportar que hablen con dignidad de absolutamente nada y mucho menos de su profesión, pero tampoco es justo prohibir a nadie hablar de lo que hace (por eso las familias inventaron a los psicólogos, para no tener que soportar a las tías depresivas o a los primos suicidas). Otra cosa que no me gusta de los humoristas es verlos en fotos. Nunca transmiten la naturalidad que tienen el escenario o en la televisión, o están muy serios o